23/8/07

Primer día de filmación

PARTE I
El domingo 19 llegamos a las 8 de la mañana al Templo del Hermano Miguel ubicado en el barrio de Villa del Parque (Joaquín V. González 3075). La idea básica era pasar todo el día en el lugar y así lo hicimos finalmente.
El grupo de colaboradores del Hermano nos atendió muy cordialmente desde el principio pues así lo habían acordado con Nadia y por supuesto, dejaron que nos instalemos en el templo sin ningún problema. Nos acomodamos con los chicos en una de las tantas salas del lugar, rodeados de fotos, de imágenes, de estatuas y de perros embalsamados (o por lo menos así lo creímos nosotros).
“La espera” fue la gran protagonista del día y si bien no desesperamos concluimos que esa iba ser la manera de conseguir lo que buscábamos.
Arrancamos filmando la especie de misa-celebración que da el Hermano. La misma no tiene el esquema básico de una misa típica de iglesia católica pero a pesar de ello, la oraciones básicas cristianas (supongamos que así se llaman) estaban presentes (Padre Nuestro, Ave María, Credo, etc.).
Luego de esa celebración cuya duración fue de aproximadamente una hora y monedas, nos juntamos otra vez con nuestra amiga “la espera”.
Vale aclarar que el día en sus condiciones climáticas no fue el mejor, contábamos con un frío penetrante, con cielo nublado y con lluvias intermitentes, aunque nos ofrecían té, mate cocido y pan al igual que al resto de personas que iban llegando de a poco al templo de la calle Joaquín V. González; una manera más amena de pasar las horas. Tampoco vamos a andar aclarando que algunos de nosotros prefirieron el cigarrillo en lugar del pan, el tema de los vicios podría ser parte de otro documental.
Mientras se hacían planos detalles creímos que era la hora de los testimonios. Por supuesto que los primeros fueron casi espontáneos dado a que nuestra llegada al templo no pasó desapercibida pues contábamos con una cámara y un equipo de sonido que nos delataban. Así fue como nos ganamos el título falso de “los periodistas” una onda Telerman’s boys truchos.
Los testimonios conseguidos contaron con una familia, una señora “locutora” bastante interesada en nuestro trabajo y otros señores fieles devotos al hermano Miguel. No tendría mucho sentido andar exponiendo las palabras que éstas personas nos regalaron dado que es nuestra intención incluirlos en el documental, sería como que te cuenten el final de Sexto sentido (“en realidad ÉL está muerto, es un fantasma!”), terrible. Pero alguien habló acerca de apariciones divinas...
Jorge, uno de los colaboradores y nuestro contacto fiel con el Hermano, nos dijo que era posible que Miguel nos brindara la entrevista antes de las 2 de la tarde pero luego de una par de horas de estar ahí y observar el movimiento, nos dimos cuenta que eso no iba a ser posible y que tendríamos que esperar hasta las 7 de la tarde (hora acordada con anterioridad). Nos fuimos del lugar y le dimos de comer a nuestros estómagos.
La parte del almuerzo no será contada porque estamos en hora de protección al menor.

PARTE II
En fin, en nuestra vuelta nos encontramos con Héctor, el fotógrafo oficial quien muy amablemente nos enseñó en forma de recorrido todas las fotos realizadas por él y un poco de historia.
Tuvimos entrevista con Jorge y también queríamos lograr una con Carmen, otra colaboradora pero la misma se nos tornó imposible. Carmen cuando nos vio regresar al templo a las 6 de la tarde dijo: “Otra vez los periodistas!”. Con eso supusimos que no nos quería mucho.
Para esas horas del día, ya habíamos filmado todo lo planeado y sólo nos faltaba la entrevista con el Hermano.
Seguimos esperando hasta que las últimas personas sean curadas, dentro de las cuales estaban nuestra Selene y nuestra Salomé.
Para las 9 de la noche, cuando las salas ya estaban vacías, las escobas habían barrido hasta el último papelito, el agua bendita ya no mojaba más nuestras cabezas, tuvimos la entrevista que buscábamos. Nos ubicamos en la sala principal y el Hermano Miguel en el centro con la señorita Nadia que lo entrevistaba; el hijo de Irma es acreedor de una buena oratoria por lo cual a partir de una pregunta ya nos respondía varias.
La charla duró bastante y ya sus colaboradores querían irse a sus casas, sobretodo la señora Carmen quien en voz baja decía: “El hermano está cansado… ¡éstos periodistas!”.
Una vez terminado todo, recogimos nuestras mochilas, cámaras, micrófonos y nos fuimos del Templo de Villa del Parque con una larga pero alegre experiencia, tal vez por el trabajo logrado o quizás por otras cosas que no se explican.

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